FICHA ARTÍSTICA
Una pieza creada e interpretada por José Juan Rodríguez
Una persona habla, sola, ante el espacio. En este acto despliega la pregunta o la conciencia de con quién, para qué y el desde dónde. Inicia una serie de movimientos o de quietudes que contribuyen más a esta pregunta que solo se puede contestar, si es que se puede, haciendo el acto. Alguien que busca su existencia actuando, diciendo, moviendo. Un hombre que afirma su ser a través de la experiencia espacial, topándose con el tiempo, la gravedad, el sonido de las palabras, el sentido o sinsentido de las mismas, los recuerdos o el movimiento. Un hombre en el mundo que lucha por existir en ese instante que dura la pieza. Una existencia plena en ese instante de vida
Esto nace con la intención de ser un solo, que es como se le llama a los unipersonales en danza. Y solo, como la persona que está en escena, estoy yo, sin director, sin ayudante, completamente solo. El actor que se escribió un texto a partir de obras de Beckett para estar en escena. Como el actor que estudia los textos cuando tiene que memorizar para algún espectáculo, solo en su casa buscando un interlocutor, suele ser un punto en la pared, a quien dirigir la acción de esas palabras. O como cualquier otro que está solo con sus palabras, su cuerpo, sus diálogos interiores y, a veces, exteriores.
Si esto aspira a ser una pieza, con su público, con gente que mira, si este es su sentido, no encuentro mejor manera de ensayarla que haciéndola como lo que es, yo en el espacio accionando y con gente que mira y para la que se habla. Por eso tiene tanto sentido para mí abrir el proceso de trabajo desde el primer día, para saber de qué se trata, qué es, con quién hablo, para quién hablo, tanto en la ficción, si es que la hay, como en la realidad del teatro, si es que es interesante que la haya. Creo que la pieza está en relación con el devenir, no como algo que es, sino algo que está en el ser haciéndose, así creo que son las obras de teatro cuando llega el público, entonces que sea así desde el inicio.
Existe el miedo del intérprete y del director, aquí soy las dos cosas, aunque no me siento tan director pues no puedo mirar y proponer a partir de lo que veo. Pero entonces solo queda el miedo del intérprete de hacer algo delante de otros que todavía, además, sigue cociéndose pero, ¿y qué más da eso? Tengo mucho trabajo que hacer a solas, no se trata de una performance, aunque hacer teatro ya tiene algo de performance, pero sí quisiera ir favoreciendo el devenir, la pieza que se hace haciéndola y para eso necesito al público antes del estreno, después también, pero ahora os necesito para ir haciendo juntos. Este es el sentido que encuentro a hacer lo que llamamos work in progress o ensayo abierto, no tanto para ver qué gusta o qué no gusta, si no para ver de qué se trata.