Docente: Sol Garre
Con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid
Una exploración a través de la interpretación gestual de ciertos temas tabú en la adolescencia: la vergüenza, el acoso, la necesidad de pertenencia al grupo y sobre todo la necesidad actual de empatía y asertividad desde un punto de vista psicofísico, el movimiento y la imaginación.
El objetivo es la creación de partituras coreográficas que puedan dar lugar a distintas estrategias para la puesta en escena de estos temas utilizando como pre-texto la novela juvenil de Roberto Santiago Los Protectores (premio Barco de Vapor 2016); de poner nuestra creatividad e interpretación al servicio de las posibilidades que la narración ofrece para crear un teatro joven y despierto; indagar en el texto, su ritmo, la acción, el estado interior de los personajes, sus arquetipos y atmósferas y desarrollar un lenguaje físico y gestual propio. El trabajo se fundamenta en la improvisación, la diversión y fantasía de los actores que participan.
Argumento:
“Vicente Friman es nuevo en el barrio. Está acostumbrado, ya le ha pasado otras veces. Aunque esta vez es diferente. Esta vez está Bárbara. La jefa de Los Protectores. Y también están los Apaches. Una banda de adolescentes que tienen atemorizado al barrio. Todos quieren algo de Vicente. Pero él no sabe muy bien qué es. Y además se está hartando. Ha llegado el momento de demostrar quién es de verdad Vicente Friman.”
Descripción:
Creación de partituras de movimiento y acción escénica basadas en el estudio de la actitud, arquetipos y gesto físico y vocal; en la composición musical y espacio sonoro (incluyendo la propia narración en escena). Los resultados del laboratorio servirán para
diseñar en fases posteriores distintas estrategias de puesta en escena posibles combinando distintos planos de significación para un teatro despierto y juvenil.
La narración se utiliza como fondo sonoro sobre el que componer una partitura escénica, jugando con el texto, su ritmo, la acción dramática, las atmósferas y el estado interior de los personajes.
Las herramientas que se utilizan en el taller-laboratorio son una combinación de técnicas y ejercicios de Michael Chéjov y Six Viewpoints. Los actores exploran sus posibilidades creativas en el ámbito visual, vocal, sonoro, y gestual a través de un entrenamiento psicofísico seguido de distintas propuestas de improvisación.
El elenco colabora en una interpretación no ilustrativa sino evocativa de la novela indagando con su imaginación, no solo como artistas sino también como seres humanos, en la problemática que plantea. El objetivo último del laboratorio es compartir con los espectadores los mecanismos que hemos encontrado que nos ayudan a leer y potenciar todo aquello que está de acuerdo a nuestra propia creatividad individual y la de nuestras compañeras de elenco.